1 nov 2011

A los que nunca han dejado de estar


A decir verdad no sé ni como iniciar esta nota que es mezcla de melancolía y felicidad, resultado de los buenos recuerdos de aquellos que ahora ya no están.

He tenido la dicha de rodearme de gente maravillosa y seguro desde allá arriba me consintieron por traerme con una familia en la cual calzo perfectamente porque son amorosos, divertidos, locos, ocurrentes, alegres y llenos de cualidades que les hacen amarlos mucho.

Vengo de una familia longeva y han sido pocos los que se han adelantado, pero viniendo de una familia tan unida se extraña mucho a aquellos que ya no están y en cada oportunidad de reunirnos todos se hacen tema central en las pláticas en la que terminamos riéndonos y también llorando de las buenas historias que compartimos con ellos.

Yo si creo que nos veremos nuevamente con aquellos que se han adelantado –como mi abuela que seguramente lo hizo para que cuando lleguemos los demás tengamos el caldo de gallina que tan rico lo preparaba- esa reunión sin duda va a ser espectacular, incluso vamos a conocer aquellos que se habían marchado antes que llegáramos y hasta allí podre conocer a mi abuelo a otros mas de quienes solo he escuchado historias. Y es que allí es donde esta lo rico y hermoso de todo esto, en recordar y revivir las historias de aquellos que sin estar físicamente siguen estando con nosotros.

Yo nunca conocí a mi abuelo, pero en mis 30 años he escuchado historias maravillosas de el, lo mismo ha ocurrido con otros que sin conocerles ya creo conocer muy bien.

En este día de todos los santos recordemos a aquellos que se han adelantado a preparar nuestra llegada.