
Existe un deseo en nosotros los seres humanos que nos hace buscar la razón de ser de todas las cosas, pareciera que para que las cosas “sean” debemos comprender el porqué de ellas y saber perfectamente su funcionamiento.
Este fin de semana estuve disfrutando con mis amigos en la playa y mientras estaba dentro del mar disfrutando del clima, del paisaje y de las olas apareció el yo “analítico” y me empecé a preguntar el porqué de las olas del mar, es decir: ¿Qué propósito cumplen? –hallándome sin respuesta les lance la pregunta a mis amigos, algunos de ellos me decían que era una forma de mantener el agua en movimiento para favorecer su oxigenación, otros me decía que eran causadas por las corrientes climáticas del océano. Así cada uno me daba su punto de vista, los cuales considere lógicos e interesantes y me hicieron analizar, encontrándome en el “parálisis del análisis” con las respuestas que me habían dado mis amigos cuando de repente una ola me golpea y me arrastra en la arena, a lo cual yo me levanté de la arena con grandes carcajadas a causa de lo que me acababa de suceder y una amiga me dice: “Quizás ese sea el propósito de las olas”.
Te puedo decir con toda certeza que en los años que vivamos en esta tierra no llegaremos a encontrarle la razón a todas las cosas, no sabremos porque pasan las cosa que pasan, tampoco el porqué muchas veces somos arrastrados, pero lo que si te puedo decir con toda seguridad y convicción es que todo lo que nos sucede es con un solo propósito y ese es hacernos felices.
¿Cuándo fue la última vez que tuviste una carcajada por algo que te arrastró? Dejemos de ser tan analíticos y seamos más felices.
Me encantó la conclusión de tu amiga y por ende, la del post....el propósito es ser felices
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