
Hace poco tiempo, David Molpus, corrió la voz en npr.org de que él estaba haciendo una historia sobre los malos jefes y quería ejemplos de la vida real. A los dos días, recibió más de 300 correos electrónicos. Mientras que algunos eran de los empleados quienes querían defender a sus jefes, la mayoría describió un comportamiento que, desde un punto de vista relacional, era absolutamente asombroso.
"Mi primer jefe...tenía un hábito de sonar los dedos para llamar al personal, o, si estaba buscando una secretaria, con violencia entraba al baño de las damas llamando nombres hasta que alguien respondiera," escribió una persona que respondía a la solicitud de Molpus.
"Yo he tenido un problema de peso toda mi vida" escribió otro visitante. "Tuve un jefe que me dijo, dos veces, que 'nosotros tenemos que enseñarte a caminar como una dama en lugar de cargarte alrededor de aquí como un elefante'."
De acuerdo con un artículo de npr.org, otra conducta frecuentemente mencionada incluía "lluvia de críticas y pocos reconocimientos" y, "actúa un día como el mejor amigo del empleado y como su peor enemigo al día siguiente."
Cuando leo sobre tal conducta, me recuerdo lo importante que son las habilidades para las buenas relaciones en la vida de un toda persona, especialmente de un líder. La descripción de un puesto puede que diga que tu estás a cargo de un proyecto, un sistema, un departamento, o una empresa. Pero cuando tu eres un líder, el punto clave de su trabajo es conducir a las personas.
Las personas no son máquinas; son seres únicos con sus propias personalidades, talentos, defectos, y necesidades. Eso significa que tu no debes optar por medirles a todos de igual manera. Tu debes llegar a conocer los miembros de tu equipo individualmente. Debes descubrir qué motiva a cada uno, y luego incorporar eso en tu forma de dirigirles.
Hay algunas reglas para las relaciones que todo líder debe seguir. Aquí van cinco:
1. Está en armonía contigo mismo:
Hay una razón por la cual esta es la regla Nº 1. Si tu aprendes a llevársete bien contigo mismo, descubrirás que será más fácil llevarte bien con las personas a tu alrededor. Lee esto con cuidado: "Herir a las personas hiere a las personas". He observado que las personas que no se llevan bien con sí mismas no se llevan bien con nadie más. Si no entras en armonía contigo mismo, tú vas a tener problema en relaciones toda tu vida. Por lo tanto, aprende a sentirte cómodo contigo mismo.
2. Valora a las personas:
Valorar a las personas te mantendrá alejado de manipularlas. Te mantendrá alejado de tratar a tus empleados como sirvientes o esclavos. Te mantiene alejado de maltratar a los demás sólo porque tú estás teniendo un mal día. Tú no puedes hacer que otra persona se sienta importante si tú en secreto sientes que él o ella es un nadie. Esto es algo que tu no puedes falsificar.
3. Haz el esfuerzo de formar relaciones:
Se lleva una gran cantidad de energía para desarrollar relaciones. Tú entiendes y sabes eso. Yo también sé que, como líder, tú tienes muchas otras responsabilidades que requieren una gran cantidad de energía, incluyendo el propio hecho de liderar. Pero aunque puede ser una tentación dejar la construcción de relaciones en la hornilla de atrás mientras te concentras en todas estas otras cosas, yo te animo para que no lo hagas. Cuando tú inviertes en relaciones - con las personas que lideras, con colegas profesionales, etc. -tú construyes una red que puede proveer motivación, inspiración y apoyo durante los tiempos buenos y malos. Y también evitas uno de los estados más tristes de la humanidad: La soledad.
4. Entiende la regla de la reciprocidad:
¿Cuál es esta regla? A través del tiempo, las personas vienen a compartir recíprocamente, actitudes entre sí. Por ejemplo, si tú tienes una buena actitud hacia otros y la mantienes, eventualmente recibirás una buena actitud de ellos hacia ti. Inversamente, si tienes una mala actitud hacia alguien y continúas manteniendo esa mala actitud hacia él o ella, eventualmente (o pronto) él o ella tendrá una mala actitud hacia ti.
5. Sigue la Regla Dorada:
Tal vez tú desees una regla más revolucionaria, pero hay una razón para que este principio haya soportado la prueba del tiempo. Si tú quieres ser productivo y tener auténticas relaciones con las personas que diriges y con las cuales trabajas, haz a los demás como quieras que le hagan contigo.
Si sigues estas reglas, tendrás un número creciente de relaciones que le agregarán valor a tu vida y te harán una mejor persona. Lo lindo de esto es que todo esto no se detendrá contigo. ¡Claro que No! -En la medida que practiques estos principios, las personas que lideras lo notarán. Y no sólo lo notarán, ellos comenzarán a seguir tu ejemplo.
Y hacer que otros quieran imitarte es lo que yo llamo Liderar.